Como ya es fin de año estaba leyendo mis notas de facebook y mirando las cosas que había escrito sobre mis hijos en el transcuros del año y encontré esta crónica, que no sé porqué no la había compartido, pero qué es muy entretenida y divertida sobre las preguntas de mi hijo mayor. En ese entonces, tenía 3 años y unos cuantos meses.
Además, me hizo recordar que hace unos días atrás mi hija, la segunda, Nina, preguntó por su pipí. Decía que le dolía (jajaja) y que se lo tenía que lavar.
Ahora, mi Chino ya es todo un niño grande y tiene 4 años y 3 meses.
Acá se las dejo, tal cual la escribí en ese momento:
“Mi Chino está creciendo. Cada vez es menos un bebé y más un niño curioso y preguntón. A sus 3
años y 3 meses, sus preguntas son implacables, ametralla y no para hasta satisfacer toda su curiosidad.
Me ha preguntado desde astronomía: “¿Qué es el sol?”; botánica: “¿por qué crecen las plantas?”, pasando por física “¿por qué hay electricidad?” y metafísica, ¿por qué Dios vive en el cielo? Ha llegado incluso a anatomía avanzada: “¿por qué tenemos huesos? ¿Para qué sirven los huesos?, ¿los ojos son huevos?”
Y ahora, continúa con su inquisición de anatomía avanzada. Así, tuvimos una simpática conversación mientras los bañaba a él y a Nina.