El fin de semana atendí el curso Hijos, Familia y TDAH dictado por Renzo Villanueva en CIDEA Perú. El curso me pareció excelente entre otras cosas porque trajo muchísima nueva información sobre el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) para mí. Según yo, yo ya lo sabía todo o casi todo al respecto (recuerden que soy devoradora de cursos y talleres) y lo cierto es que los últimos a los que había asistido no aportaron nada nuevo a lo que ya sabía.
Fueron varias cosas las que aprendí y que me ayudaron a entender cómo influye el TDAH en la forma de razonar y comportarse de quien lo tiene y de igual manera, me hicieron entender un poco mejor cómo apoyar a un familiar con TDAH. Quiero compartir con uds. las 5 que me parecieron más impresionantes y útiles y que, creo yo, hemos dejado de lado en la discusión sobre el TDAH en este blog:
- El cerebro del TDAH es atípico, es decir, presenta características peculiares que lo hacen distinto al resto. Por lo que aquellas técnicas, estrategias y formas que “típicamente” funciona y ayuda con la mayoría de las personas, NO funcionan con ellos. Por eso, es tan importante y necesario cambiar nuestras estrategias de enseñanza y disciplina al trabajar con un TDAH.
- Una persona con TDAH NO tiene un problema de inteligencia ni de capacidad intelectual. Es más, varios estudios muestran que aquellos con el diagnóstico tienen una inteligencia promedio o superior al promedio. Por lo que tienen capacidad para aprender.
- En el cerebro con TDAH se encuentran patrones típicos de crecimiento, sin embargo, presentan un desfase maduracional de aproximadamente 3 años. Este desfase promueve el uso de estrategias y toma decisiones inmaduras. Tales como no registrar errores y volverlos a cometer, no dimensionar la gravedad de algunos problemas, no asumir responsabilidades, no proyectar el impacto de las decisiones a futuro, entre otras cosas.
- El núcleo familiar influye mucho en el rumbo en el que se desenvuelve el déficit de atención. Sí, ya sé, ya sé. Siempre yo metiendo a las madres (y padres) en todo. Pero, la realidad es esa. A papás regulados, hijos regulados y papás NO regulados, hijos NO regulados. Es por eso tan importante que, como padres trabajemos en nosotros mismos e intentemos estar lo más regulados y conscientes posible.
- Es importante que como padres o cuidadores primarios comprendamos el importantísimo papel que jugamos en el desarrollo psicoeducativo y crecimiento emocional de nuestras familias. Más aún, que tomemos consciencia de cómo un entorno seguro y organizado puede beneficiar la maduración del cerebro de nuestros hijos con TDAH y su crecimiento emocional.
Finalmente, lo último que quisiera compartir es – un dato que me sorprendió pero, que luego de reflexionar me parece evidente – y es que hay estilos de crianza que favorecen el desenvolvimiento sano y saludable del TDAH pues brindan seguridad y apoyo afectivo frente a errores e inseguridades. Este estilo de crianza es el que se conoce como “democrático”. Los estilos que no favorecen al TDAH son el autoritario y el permisivo. Ojo, esto no lo comparto con la idea de hacer sentir culpable a ningún papá ni mamá, si no simplemente para poder hacer una autoreflexión reconocer nuestro estilo de crianza y ver dónde podemos mejorar y apoyar más a nuestros pequeños.
Espero que les haya servido y para mayor información sobre cursos, talleres, consultas o terapias vayan a www.cidea.pe o vayan a mi cuenta en Instagram: @neuromamablog dónde comparto diversos datos.